Banana era un monito famoso, porque ningún otro monito sabía hacer las piruetas que él sabía hacer, Desde muy lejos venía la gente para velo cuando trabajaba en el circo. Tan famoso era que tenía un aeroplano para él solito.
Pero un día, cuando iba volando volando, una cigüeña distraída lo confundió con un nenito y lo sacó del avión.
Cuando se dió cuenta, la cigüeña lo soltó y ... Banana tuvo que abrir el paracaídas.
Y cayó y cayó, hasta que llegó al suelo; estaba en el bosque, rodeado de animalitos que lo miraban muy serios.
Y algunos tenían lagrimitas en los ojos...
-¿Por qué lloran, animalitos? -preguntó.
-Porque ayer cayó granizo, y rompió nuestras casitas... Y no tenemos plata para arreglarlas.
-No se preocupen -dijo Banana-.Yo les enseñaré a ganar plata.
Y enseño a la conejita a galopar sobre el ciervo.
Y enseñó a Mamá Osa, a Papá Oso y a los ositos a bailar todos en fila, y a levantar la patita
una vez para allá y otra vez para allí.
Y todo al compás del piano que tocaba Banana, mientras dirigía con una varita en la cola.
Y enseñó a las
tres hermanitas ardillas a caminar por una cuerda floja, muy adornadas
con vestidos azules y sombreritos amarillos y llevando en la mano
paragüitas a lunares.
Cuando el circo de los animalitos se presentó en el Claro del Bosque, no quedó ni un solo animalito sin ir a la función.
Y todos salieron con las manos doloridas de tanto aplaudir y aplaudir.
Y Banana, el monito famoso, hizo pruebas tan difíciles que los animalitos no olvidarán jamás, y tanta plata ganaron los animalitos pobres que pudieron arreglar sus casitas, y comprarle un aeroplano nuevo a Banana.